9 de noviembre de 2015

El Combate contra los Residuos

En la presente sociedad moderna, existe un grave problema con los residuos que se generan a partir de la insaciable actividad humana.

Actualmente se producen muchos más productos de los que la sociedad necesita, y por ese motivo se insta a la misma a que consuma una y otra vez sin dilación. Las modernas cadenas de producción generan diariamente muchos nuevos productos que, para ser colocados en el mercado, deberán, o bien desplazar a otros no vendidos hasta la fecha, o bien ocupar el espacio de los ya consumidos. Los fabricantes prefieren obviamente que ocurra siempre la segunda opción.

Pero esta forma de producir y consumir no supondría ningún problema si cuando la sociedad desechara los productos, independientemente del estado en que éstos se encontraran (ya fuere porque viene una nueva oleada de productos, o porque vence su caducidad / vida útil, o porque tras su consumo ya no sirven o se estropean), existiera una cadena de reciclaje que los reaprovechara minimizando así los daños a la naturaleza y la salud humana.

Pero el caso es que la sociedad humana aun no se encuentra en este punto, y el tándem de la producción desmedida y el consumo frenético agravan las consecuencias del problema.

No obstante, conviene centrarse en las verdaderas causas del problema y no en efectos colaterales:

Los residuos son un problema porque la sociedad moderna no los trata. Porque no existe una cultura del aprovechamiento y del reciclaje. Porque aunque es cierto que algunas empresas ya han comenzado a reaprovechar materiales, la inmensa mayoría de ellas sigue produciendo productos nuevos con materiales nuevos.

¿Posibles soluciones?

Aparte de los necesarios acuerdos y tratados entre países y que por cierto, no se cumplen aun estando en vigor, se necesitan empresas que se dediquen a reaprovechar materiales. Para ello no basta con esperar una fuerte inversión privada, los Estados deben contribuir a solucionar el problema y no derivar fuera de sus fronteras el problema a terceros, los cuales aun tienen menos recursos y capacidades para solucionarlos.

De todos es sabido que muchos residuos y materiales peligrosos generados en Europa y EEUU acaban en Asia y África porque se deshacen de ellos cuando deberían estar reaprovechándolos. Se estima que Europa importa muchos de los materiales que necesita para producir sus productos y el reaprovechamiento de los residuos que se exportan supondría un ahorro muy considerable. Por ejemplo: del reciclaje de 50.000 teléfonos móviles se pueden extraer 1 kg de oro y 10 kg de plata, valorados en la actualidad en unos 40.000 euros en total. Hablo de móviles pero cualquier residuo electrónico es más de lo mismo. Y no solo los residuos electrónicos, muchos materiales pueden ser procesados para su reintroducción en el mercado.

Se trata ante todo de intentar ser sostenibles y abrazar la autosuficiencia: cabe reintroducir los productos viejos y obsoletos en el mercado, reaprovechándolos y reparándolos, pero también reutilizándolos para producir otros nuevos.