Siguiendo con la idea que expuse sobre una mayor transparencia informativa en referencia al contenido de los alimentos que consumimos, y dado que elaborar leyes queda muy lejos del ámbito de la innovación tecnológica, propongo aquí una nueva y revolucionaria idea para el mundo de la restauración: un restaurante al servicio de la Información Nutricional.
Dado que la restauración es muy amplia, no voy a centrarme aquí en debatir sobre el tipo de restaurante o el tipo de comida que se debe servir, sino en cómo la comida y los alimentos que ingerimos son presentados en la carta de los restaurantes.
Se trata por tanto de un complemento o servicio extra que los restaurantes pueden ofrecer a su voluntad con el objetivo de promover el conocimiento sobre los alimentos que consumimos. Adoptando esta medida, los restaurantes se acercarían a un público consciente y comprometido con la transparencia informativa.
Para materializar esta idea, sin embargo, se debe partir de un supuesto fundamental: el restaurante en cuestión debe conocer de antemano la composición exacta de los alimentos que va a obtener de sus proveedores. O esto, o bien el propio restaurante se debe encargar personalmente de analizar la composición de los alimentos. En cualquier caso, si este requisito se cumple el restaurante se encontrará apto para poder desplegar toda la información nutricional que contienen sus comidas y menús.
Un ejemplo orientativo y aproximado de lo que vería el cliente al abrir la carta por la sección de carnes, bien podría ser esto:
Entrecot de ternera con patatas y ensalada .......... x €
Dado que la restauración es muy amplia, no voy a centrarme aquí en debatir sobre el tipo de restaurante o el tipo de comida que se debe servir, sino en cómo la comida y los alimentos que ingerimos son presentados en la carta de los restaurantes.
Se trata por tanto de un complemento o servicio extra que los restaurantes pueden ofrecer a su voluntad con el objetivo de promover el conocimiento sobre los alimentos que consumimos. Adoptando esta medida, los restaurantes se acercarían a un público consciente y comprometido con la transparencia informativa.
Para materializar esta idea, sin embargo, se debe partir de un supuesto fundamental: el restaurante en cuestión debe conocer de antemano la composición exacta de los alimentos que va a obtener de sus proveedores. O esto, o bien el propio restaurante se debe encargar personalmente de analizar la composición de los alimentos. En cualquier caso, si este requisito se cumple el restaurante se encontrará apto para poder desplegar toda la información nutricional que contienen sus comidas y menús.
Un ejemplo orientativo y aproximado de lo que vería el cliente al abrir la carta por la sección de carnes, bien podría ser esto:
Entrecot de ternera con patatas y ensalada .......... x €
360 gr repartidos en: 180 gr de entrecot de ternera, 80 gr de patata, 20 gr de aceite de oliva virgen extra, 20 gr de lechuga, 10 gr de cebolla y 50 gr de tomate.
Información Nutricional: 980 kcal, 60 gr de proteína, 40 gr de hidrato de carbono, 5 gr de grasas saturadas, 15 gr de grasas monoinsaturadas, 2 gr de grasas poliinsaturadas, 4 gr de Vitamina E, ...
Toda esta información, evidentemente podría ser presentada de varias formas. En el ejemplo anterior se presenta la composición por ración o plato de comida, pero habiéndose especificado la cantidad de ingesta total, se podría especificar la composición por cada 100 gr e incluso relacionar los elementos nutritivos de la ingesta con la cantidad diaria recomendada para seguir una alimentación saludable.
Por si todo esto fuera poco, también cabría la posibilidad de presentar los menús con cartas electrónicas, donde por medio de tablets, los clientes seleccionarían los platos ofreciéndoseles la posibilidad de consultar las características nutricionales de los mismos con tan sólo hacer clic en la pantalla.
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